MÁS ROSAS PARA EL JARDÍN

Respecto a lo que habéis oído muchos acerca de las famosas viñetas de la SEGO, y las manifestaciones ocurridas en los últimos días, por diferentes colectivos para decir BASTA YA a la violencia obstétrica y ginecológica, quería compartir con ustedes mi reflexión al respecto.
Creo que a modo educativo deberíamos conocer que los conceptos como VIOLENCIA OBSTÉTRICA y MALTRATO GINECOLÓGICO ¡ existen ! muchas mujeres los hemos padecido pero no  lo sabemos, simplemente porque se han encargado quienes la difunden que  creyéramos que eso era la norma.
No puede ser que en pleno siglo XXI todavía estemos pensando si nos harán daño o no en la visita ginecológica, si tiene que tocarnos la lotería para que el profesional de turno nos trate con ética y respeto.  O que vayamos a dar a luz y nos encontremos aún, practicas hospitalarias vejatorias hacia la mujer, que  con lo desarrollados que dicen ser los países  las mujeres sigamos  pensando que de las puertas de un hospital para adentro las reglas las escriben ellos y nosotras somos simples espectadoras, porque como alguien nos contó que eso estaba bien así y que con los avances se han evitado muchas muertes, pues nos resignamos a creer que sí, que así está muy bien...
Pero la paradoja es pensar que nos seguimos sintiendo intimidadas, asustadas, ansiosas, que no se nos respeta, que poco importa cuán cómodas estamos. Y si el médico de turno tiene prisa ya ni hablamos! Los platos rotos los terminan pagando las mujeres y los niños, con partos más dolorosos,  poco cómodos, inducidos, cesáreas programadas, episiotomías, partos instrumentados, abuso de la analgesia, separación de las madres y sus bebés,  así podría enumerar una amplia lista de situaciones, pero no quiero poner el acento en lo que hasta ahora ha sido negativo y quiero agradecer a quienes apoyan estas causas, a quienes quieren aportar su grano de arena y hacer que esto se conozca, a quienes en su ejercicio profesional ejercen con amor y respeto y a ti que me lees y que seguro tienes hermanas, amigas, primas, hijas, sobrinas,  madre, abuela, que no tienen porque sufrir este tipo de violencia.  En la conciencia colectiva pensarnos como parte de todo, hace que nos sintamos aún más comprometidos, no hace falta que nos toque directamente, esa mujer que no conoces también seguro a sufrido de alguna manera, en algún momento este tipo de maltrato. Merecemos un trato respetuoso, humano, cariñoso no solo nosotras sino nuestros hij@s que merecen llegar al mundo en un ambiente digno y amoroso
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Como dice Jesusa: "La revolución de las Rosas  no ha hecho más que empezar"